Hoy queremos hablar de la labor que hacemos en los cementerios municipales para combatir y prevenir la proliferación de plagas, ilustraremos el artículo con fotografías del espectacular cementerio de Alcázar de San Juan.
Existen muchos tipos de plagas que habitan en los cementerios municipales. Son conocidas por todos las plagas de insectos o roedores, sin embargo, otros enemigos habituales son las palomas. Si bien nos hemos habituado a la compañía de estas estas comunes aves en entornos urbanos, su presencia entraña un potencial peligro para cualquier tipo de construcción, ya que cada paloma puede generar hasta 14 Kg de excrementos al año, con alto contenido en ácidos corrosivos.
Esta materia fecal puede desencadenar una corrosión que deteriora gravemente el patrimonio arquitectónico y escultural de los cementerios. Además, también se perjudica estéticamente la monumentalidad y el aspecto artístico de lugares de culto y respeto tan bellos y emblemáticos como son nuestros cementerios. Por no hablar de los riesgos sanitarios que conlleva.
Para cada tipo de plaga, existe un método. Podemos combatir las inconvenientes plagas de palomas con un método ecológico y natural, es decir, aportar la presencia depredadores que espantan a los diferentes individuos hasta acabar con la plaga y contribuyen a evitar que las molestas palomas regresen.
La técnica a emplear en este caso, son vuelos de marcaje en los que nuestras aves rapaces delimitan el territorio del cementerio como su zona de caza. Así, consiguen disuadir y ahuyentar a las palomas de sus sitios de asentamiento o nidificación, pero nunca llegarlas a cazar.
Cuando un halcón caza una paloma, la bandada entera queda tranquila, ya que el halcón no volverá a a cazar hasta el día siguiente, por lo cual este método sería mucho menos efectivo a partir de ese momento de primera caza. Es por ello que los halcones tienen que estar siempre en constante acción de caza (aún sin llegar a realizarla), para generar el nerviosismo, el miedo y la inseguridad en las palomas.
De esta manera, la incertidumbre que sienten al no saber cuál de todas acabará siendo la próxima presa del halcón, es lo que hace que este trabajo sea verdaderamente efectivo. Se consigue que abandonen los nidos, sus zonas de descanso, y en definitiva, se alcanza la disuasión de la plaga.
Aunque pueda parecer un método muy sencillo y tradicional, no está exento del uso de nuevas tecnologías. Cada halcón lleva incorporado un dispositivo con un sistema GPS instalado que nos indicará el movimiento y la ubicación en tiempo real de cada uno de ellos en todo momento, impidiendo así que se pierdan o se extravíen.
Esperamos que este artículo haya servido para dar a conocer un aspecto más de nuestra labor contra las plagas urbanas.